Matanza en Perú

10 06 2009

Como algunos de vosotros habréis visto en los medios, el pasado día 5 de Junio en la localidad amazónica de Bagua(Perú) se produjo una auténtica masacre, resultado de una confrontación entre las fuerzas policiales y los campesinos e indígenas Aguarunas (awajun). Aunque las cifras en los medios hablan de unos 34 muertos, la población civil de la zona dice que esa cifra podría ser mucho mayor.

Inexplicablemente, esto no ha sido portada de ningún periódico. La información que recibimos es escasa, en muchas ocasiones sesgada y la mayor parte de las veces incompleta. Y ahora voy a decir algo poco popular, incluso si me apuráis poco ético. Visitad las hemerotecas y comprobad la cantidad de páginas que se le ha dedicado al accidente del vuelo de Air France. En ese fatídico suceso se produjeron muchas más víctimas, cierto, pero su cobertura en los medios ha sido cientos de veces mayor. Y me pregunto:¿ha sido mayor por qué ha habido más muertes?O, como me temo, ¿ha sido mayor porque los muertos son mayoritariamente europeos y no indígenas americanos? Si vosotros también creeis lo segundo mi enhorabuena, os habéis dado cuenta de que para la sociedad occidental no todas las vidas valen lo mismo.

Como ya comenté colaboro más o menos de forma activa con Enxeñería Sen Fronteiras. Ésta semana llegó hasta nuestra lista de distribución de correo un mensaje de un colaborador de una Asociación que trabaja en la zona (Asociación ITTAA). Quiero compartirlo con vosotros para que seáis conscientes de como los gobiernos sudamericanos desprecian e ignoran a la población indígena, propietaria legítima de muchos terrenos amazónicos que el gobierno pretende vender a multinacionales americana para su posterior explotación. Este es el texto íntegro del mensaje:

Estimados amigos
Seguramente por los medios de comunicación se han enterado de los luctuosos
sucesos ocurridos en la localidad de Bagua, una suerte de epicentro de los
reclamos y la lucha del pueblo amazónico e indígena. En efecto ha habido una
masacre que involucra a fuerzas del orden y civiles con un saldo no definido
porque la información oficial no concuerda con la información que brinda la
población. Toda la región amazónica está en pie de lucha por unos decretos
que consideras lesivos a la integridad territorial y al derecho a la
propiedad.
Las manifestaciones aún persiste en toda la región amazonica y hay tensión
en las principales ciudades donde se concentra la manifestación, como Bagua,
Yurimaguas y San Lorenzo.
La ciudad de Yurimaguas está sitiada desde hace mas de un mes y para hoy se
espera el desalojo de las fuerzas del orden, enervando a la sociedad civil y
a los manifestantes que están dispuestos a todo con tal de honrrar su
lucha.
Esperamos que prime la cordura y no haya más derramamiento de sangre. Aunque
hay que destacar que la raíz de todo se resume en el olvido de la amazonía
por parte del Gobierno Central.
Ya estaré comunicándoles mayores detalles, por ahora les dejo con un
artículo que grafica de alguna manera la problemática suscitada.
Un abrazo

Manuel Yumbato.


Y ahora os invito a reflexionar sobre un dato. 6 de cada 7 niños que nacen en la Tierra vivirán en situación de pobreza o extrema pobreza. Formamos parte del 15% de afortunados que no vivirá en ella y eso me obliga a no ser indiferente. Mi voz ya está con la de los indígenas. ¿Y la tuya?





Dueños de nada

7 06 2009

Ha llegado el momento de escribir mi primer post serio. De sacar esa parte de mí que algunos odian, por pedante y resabiada, pero que me ha sacado adelante en muchos momentos difíciles. Es mi pequeño gollum, vive dentro de mí y no puedo deshacerme de ella.

Estamos en crisis (por si no os habíais dado cuenta yo lo aviso) y, como siempre, los más desprotegidos son los que más la sufren. Vaya por donde vaya veo carteles de se vende, se alquila, liquidación por cierre, etc. La ciudad se muere poco a poco y no tiene la misma vida y alegría que hace 9 meses cuando me integré por primera vez en ella. Irónicamente, en mi pueblo apenas se nota la crisis; supongo que siempre hemos estado en ella, al margen de los grandes booms económicos y ahora al margen de los grandes batacazos. Mucha es la gente que se está yendo al paro, quedándose sin prestaciones, y ya son demasiadas las familias que no tienen ningún ingreso mensual y que pronto pasarán apuros hasta para comer. Lo que ellos si tienen es una cosa: cobertura periodística.Día tras día vemos comos los periódicos nos hablan de ellos, de sus problemas, de sus preocupaciones. La «supuesta izquierda» se ha instalado en el inmovilismo, y la derecha repasa las cifras cada segundo, en un pequeño éxtasis sexual cada vez que la cifra aumenta, regodeándose en lo más profundo de la miseria humana. Por eso yo no quiero  hablaros de ellos, pues ellos tendrán páginas y páginas de periódicos, de editoriales eruditas y encendidas. Quiero hablaros de los que nunca hablan, de los que nunca salen en los periódicos, de los que no tienen voz, de la gente de la calle.

En la pequeña ruta, que me lleva desde mi piso a  la parada del autobús hay varios parques y en consecuencia, varios vagabundos. Siempre en el mismo lugar. Algunos de ellos sentados en un cruce, en una caja, con carteles pobremente manuscritos,pidiendo para sobrevivir; otros, tumbados en un banco, en su banco, mirando al infinito. Podría reconocer sus rostros, sus ropas, pero no podría decir sus nombres, no podría reconocer su voz.Yo colaboro con una ONG, Enxeñería Sen Fronteiras, que se centra principalmente en América Central. Vaya a dónde vaya, en cualquier lugar de esta ciudad, no caminaré más de 200 metros sin encontrarme un dueño de nada, una persona que hace tiempo decidió quedarse atrás, o nosotros decidimos dejarla atrás. Y no puedo evitar preguntarme, ¿por qué llevo mi trabajo tan lejos?¿Por qué América si en mi calle también me necesitan? Supongo que la respuesta es bien sencilla. No puedo estar en todos los lados que me gustaría estar, y debo asumir que mi misión como voluntario (y la de todos los voluntarios) es algo destinado a fracasar, lo cuál no significa que sea inútil. Podremos llevar agua a 1000 personas, pero en el tiempo que nosotros consigamos eso 10000 niños morirán por no tenerla.

Y muchas veces me pregunto cual será su historia, su nombre, sus voces. Me cruzo con ellos y los miro. Sus rostros son para mi familiares, y me gusta creer que el mío lo es para ellos también. Me siento tentado de parar, sentarme a su lado a ver pasar gente, de hablar con ellos, de ponerle voz a un rostro, de ponerle vida a una historia. Porque me gustaría saber en qué momento se rindieron, en qué momento dijeron «que paren el mundo, que yo me bajo», qué los llevó a la calle, a abandonar cualquier ilusión o esperanza. Ellos están ahí ahora, y lo estaban antes. Cómplices de un mundo injusto y de nuestra indiferencia.

Ellos son los dueños de nada.